La hora de comer puede convertirse en una auténtica pesadilla para algunos padres. Todo lo contrario de aquellos cuyos hijos tienen buen apetito, se muestran receptivos, les gustan la mayoría de los alimentos y afrontan con ganas este momento.
Sea cual sea tu caso, es importante que los niños vayan incorporando ciertos hábitos antes y durante la comida. Los padres deben hacer todo lo posible para que se conviertan en rutinas adquiridas que se realicen como algo normal y natural.
¿Te gustaría saber cuáles son esos hábitos a la hora de comer que tratamos siempre de inculcar a nuestros alumnos en la escuela infantil de Valdemorillo? Para nosotros es importante que los realicen ya que los prepararán para adoptar un estilo de vida más saludable en el futuro. Ahí van los seis hábitos:
1.- Comer sin pantallas
Entendemos que en algunos momentos de desesperación se vuelven la única solución para que los peques dejen de llorar y coman bajo la “anestesia” que les proporcionan las pantallas. Pero tanto la televisión como los dispositivos electrónicos se convierten en una forma de distracción durante la comida a la que no deberían acostumbrarse.
¿Sabes que una gran parte de los trastornos alimenticios que existen en personas adultas guardan una gran relación con este gesto? Por eso hay que procurar que no se acostumbren desde niños. Que centren la atención en el plato y en lo que supone comer en familia debe ser una prioridad.
2.- Seguir una rutina de horarios
Especialmente recomendable para los malos comedores. Tener unos horarios fijos para comidas y cenas ayuda a que los niños incorporen este momento en sus vidas de una forma más inconsciente.
Es recomendable no modificar de forma significativa la planificación de comidas y cenas durante el fin de semana o en vacaciones para que no hay agrandes desajusten que afecten a su apetito y a su rutina alimenticia.
3.- Acompañar la comida con agua
No es necesario beber grandes cantidades durante la comida pero sí es bueno que, de ingerir una bebida durante las comidas, esa sea agua. Olvídate de refrescos, zumos no naturales o similares. El agua es la opción más natural, más sana, que menos les va a llenar y que les ayudará a mantenerse hidratados.
4.- Lavarse las manos antes de comer
Otro gesto que tratamos de incorporar a las rutinas de los más pequeños dentro de esos hábitos a la hora de comer es lavarse las manos antes de sentarse a la mesa. El niño tiene que entender lo importante que es la higiene de manos y aprender que tanto por protocolo como por su salud, es totalmente necesario lavarse las manos antes de tocar alimentos que luego llevarán a la boca. Es un gesto saludable y que denota educación.
5.- No convertir alimentos en premio
Los alimentos no pueden ser premios ni castigos porque si se presentan así a los más pequeños los interpretarán como tales para el resto de su vida.
Verdura = Castigo > Dulce = Premio es uno de los grandes errores que cometen algunos padres ya que los niños asociarán estos alimentos con el sentido que se les da, recibiendo un mensaje equivocado en torno a la alimentación.
6.- Acostumbrarse a comer despacio
Muchos problemas digestivos como la dispepsia tienen su origen en comer con ansia, demasiado deprisa y sin masticar bien los alimentos. Al margen de esto, la comida debe disfrutarse con calma para apreciar todos sus aromas, texturas y sabores. Comer con calma es educado y una muestra de respeto para quien ha preparado la comida, además de que resulta muy beneficioso para el tránsito intestinal.
Cuando los niños aprenden a comer despacio y masticando mucho son más conscientes de lo que sienten al ingerir cada alimento o cuándo se sienten llenos, algo que no ocurre cuando la ingesta es acelerada y ansiosa.
¿Sigues estos hábitos a la hora de comer y cenar con tus hijos? Si no es así, nuestro consejos es que procures que los interioricen ya que son muy beneficiosos en términos de salud, de higiene, de educación y de mantener una relación sana con la comida. En Escuela Jauja prestamos mucha atención a este aspecto.