Mitos sobre el uso del chupete.

La llegada de un bebé genera un mar de dudas en la cabeza de sus padres, especialmente si son primerizos. El uso del chupete suele ser una de las más frecuentes. Porque, por un lado, le calma, le ayuda a dormirse, le aporta tranquilidad… pero, por otro lado, ¿y si deforma sus dientes o le crea dependencia? Pues hoy aclaramos estas dos cuestiones que dan lugar a algunos de los mitos que rodean a este compañero de fatigas de los bebés.

El uso del chupete: ¿a favor o en contra?

Pues vamos a centrarnos en las dos cuestiones que adelantamos y que están relacionadas con dos aspectos de la salud del bebé: cómo influye el chupete en el estado y posición de sus piezas dentales y, por otro lado, la posible dependencia que le puede generar.

1.- Mito: el chupete deforma los dientes de tu bebé.

Pues es un falso mito a medias: un uso lógico y controlado del chupete NO supondrá ningún peligro para la salud bucodental del bebé, ni deformará ni estropeará sus dientes. 

Sin embargo, un abuso del uso del chupete sí puede tener fatales consecuencias como la aparición de los llamados “dientes de conejo” o que surja una maloclusión dental que dé pie a una mordida abierta o a una mordida cruzada.

Porque, efectivamente, cuando un bebé introduce un chupete en su boca realiza un movimiento denominado succión no nutritiva. Este movimiento implica una serie de fuerzas que afectan a la posición de los dientes. De ahí que usar el chupete muchas horas al día y durante muchos años sí puede llegar a causar ciertas deformaciones. 

2.- Mito: el chupete genera dependencia.

Pues volvemos a estar ante un falso mito a medias. Como con todo, la clave está en no caer en el exceso y en utilizarlo con inteligencia. Recurrir al uso del chupete en momentos puntuales y NO vinculados a calmar el llanto de un berrinche, NO tiene por qué generar una dependencia en el bebé, al contrario.

Sin embargo, plantarle el chupete en la boca en todo momento, especialmente cada vez que llore porque se ha caído o porque se siente molesto… sí puede generar cierta dependencia del niño que asociará este elemento como una especie de “consuelo y premio” cuando se encuentre en estas situaciones. 

Se trata de no abusar y hacer un uso del chupete lógico, siempre utilizando el sentido común. Por ejemplo, no usarlo cuando el bebé llore para que no recurra al llanto siempre que quiera el chupete. Sí usarlo para dormir, ya que puede ser una manera de que el niño lo asocie a ese momento y entienda que ha llegado la hora de dormirse. Con el tiempo, ya no será necesario, pero mientras tanto, es una gran ayuda para generar hábitos de sueño.

Consejos generales sobre el uso del chupete.

En todo caso, es importante, además de hacer un uso lógico del chupete, tener en cuenta estos aspectos:

  1. Ajustar el tamaño del chupete a la boca del bebé, ya que si no es adecuado potenciará que se pueda generar deformaciones dentales.
  2. No mojar el chupete en azúcar, zumo, miel, ya que este hábito puede provocar la aparición de caries en los dientes del bebé.
  3. Retirar el chupete a tiempo. Según la Sociedad Española de Odontopediatría, la edad ideal para que el niño deje de usar el chupete son los 3 años
  4. No recurrir al chupete siempre que el bebé llore, porque ahí es cuando se estará contribuyendo a crear cierta dependencia a este elemento.

Es evidente, que el tema del uso del chupete es una cuestión compleja y que siempre debe de adaptarse a cada niño y circunstancia. En nuestra escuela infantil en Valdemorillo hablamos con frecuencia de esta cuestión con los padres para que ellos nos expliquen qué uso le están dando en casa y cómo responde el bebé.