A la vuelta de las vacaciones de Semana Santa, y ya con las de verano en el horizonte, muchos padres deciden matricular a sus hijos pequeños en un curso de natación infantil.
Es evidente que lo que pretenden es que los niños aprendan a defenderse en el agua de cara al descanso estival y a esos días que transcurren en la playa o en la piscina.
Seguro que en tu centro deportivo o en la piscina municipal de tu barrio has visto que se organizan cursos de natación para bebés y para niños pequeños y quizás estés valorando la posibilidad de apuntar a tus hijos a uno. Sin embargo, puede que también te estén entrando dudas sobre cuál es la edad adecuada para tener ese primer contacto con la natación. Esperemos que este post te ayude a tenerlo un poco más claro.
¿A qué edad realizar un curso de natación infantil?
La pregunta sobre cuál es la edad adecuada para que los niños comiencen a asistir a clases de natación es común entre los padres preocupados por el bienestar de sus hijos. Si bien no hay una respuesta única que se aplique a todos los niños por igual, existen pautas generales respaldadas por expertos en salud y seguridad acuática.
En términos generales, se recomienda que los niños realicen su primer curso de natación infantil entre los 3 y los 4 años. A esta edad, la mayoría de los niños han desarrollado la suficiente coordinación y habilidades motoras como para aprender técnicas de natación reales, efectivas y aplicables para su seguridad. Además, los niños de esos años, generalmente, están lo suficientemente maduros como para seguir instrucciones simples y comprender conceptos de seguridad acuática, lo que es crucial para su protección en el agua.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada niño es único y puede desarrollarse a un ritmo diferente. Algunos niños pueden estar listos para comenzar a nadar a una edad más temprana, mientras que otros necesitarán más tiempo para sentirse cómodos en el agua.
Entonces, ¿qué pasa con los cursos de natación para bebés?
Pues bien, lo cierto es que estas actividades organizadas en muchos centros deportivos, no pueden considerarse cursos de natación al uso, ya que no están orientadas a que un bebé de unos meses aprenda a nadar. Solo son actividades en el agua orientadas a que padres y bebés pasen un tiempo que hará aumentar la complicidad y la confianza de uno en el otro.
Y sobre todo, estas actividades en el agua para bebés son importantes para que los peques se familiaricen con el agua y aprendan a estar tranquilos en el entorno acuático, se suelten y pierdan miedo. Hay quien dice que para facilitar la futura flotación son muy importantes los ejercicios que se realizan en estos “cursos de natación para bebés”.
Beneficios de acudir a un curso de natación infantil.
¿Cuántos años tiene tu hijo/a? ¿Tres? ¿Cuatro? ¿Has decidido que asista a un curso de natación infantil antes de que llegue el verano? Pues debes saber que, más allá del aprendizaje que proporciona esta disciplina para su propia seguridad y supervivencia en el agua, la natación ofrece una variedad de beneficios físicos, emocionales y cognitivos que son especialmente importantes durante la infancia temprana. A continuación te los contamos:
1.- Beneficios físicos:
En primer lugar, la natación es una excelente forma de ejercicio para niños pequeños. Ayuda a desarrollar la fuerza muscular, la resistencia y la coordinación motora, al tiempo que promueve un estilo de vida activo desde una edad temprana. Además, la natación es una actividad de bajo impacto que no pone tensión en las articulaciones en desarrollo de los niños, lo que la hace segura y adecuada para niños de todas las edades.
2.- Beneficios emocionales y cognitivos:
Asistir a un curso de natación infantil suele aumentar la confianza y la autoestima de los niños a medida que adquieren nuevas habilidades y superan desafíos en el agua. Los niños ganarán en autoestima al ir dominando esta disciplina y teniendo más confianza en el agua.
3.- Beneficios sociales:
Además, las clases de natación ofrecen a los niños la oportunidad de socializar con sus compañeros y desarrollar habilidades de trabajo en equipo y cooperación.
En resumen, la natación es una actividad invaluable para los niños muy pequeños. No solo proporciona una excelente forma de hacer ejercicio, sino que también promueve el desarrollo físico, emocional y social. A partir de los 3-4 años, edad adecuada para comenzar a realizar cursos de natación infantiles, desde nuestra escuela infantil en Valdemorillo animamos a los padres a que lleven a sus hijos a estas actividades tan positivas para ellos.