Los estilos de apego en la infancia, etapa en la que los adquirimos, influyen enormemente en nuestra vida adulta. También los vemos reflejados en cómo los niños se relacionan entre ellos y cómo se refleja en sus conductas en la escuela.
Habrás escuchado hablar muchas veces de los tipos de apego en las relaciones de pareja pero, ¿sabías que también son aplicables a la infancia? Hoy te lo explicamos.
Estilos de apego en la infancia
Cuando nacemos, necesitamos a otras personas para sobrevivir. Es en ese momento cuando empieza a desarrollarse el vínculo de apego.
Es un vínculo afectivo que se establece entre personas con la función de protegernos de situaciones peligrosas.
Lo que conseguimos gracias a él es regular la sensación de seguridad. Sin embargo, dependiendo de cómo sea ese vínculo, surgirán los diferentes tipos de apego en la infancia.
Cuando experimentamos algo desagradable, acudimos a nuestras figuras de apego. Estas pueden ser familiares, amigos… Es decir, personas de nuestro entorno que suponen refugio, seguridad.
Sin embargo, no todos los niños tienen una clara figura de apego a la que recurrir cuando les sucede algo desagradable. Esto es lo que genera los diferentes tipos de apego.
- Apego seguro. Niños y niñas tienen una figura que les valora y acepta. Sienten en ella una base segura a la que acudir. Son activos, se relacionan de manera eficaz y exploran el entorno con confianza. Esto es así porque su figura de apego es constante. Está disponible cuando es necesario y proporciona cuidados y seguridad.
- Apego inseguro/evitativo. La figura de apego no está disponible cuando los niños la necesitan. El niño aprende que esta figura está ausente o es indiferente y aprende a valerse por sí mismo. La consecuencia es que presentan mucha autonomía y no expresan emociones desagradables.
- Apego inseguro/ambivalente. La figura de apego es impredecible. En ocasiones está presente y en otras invalida al niño. Esto hace que los niños presenten conductas de aferramiento, resistencia e irritabilidad. Son niños que no saben autorregularse porque su figura de apego oscila entre la intrusividad/indiferencia o el sobreinvolucramiento/frialdad. Esto convierte al niño en un adulto desconcertado que no sabe tratar sus emociones.
- Apego desorganizado. La figura de apego es negligente e incluso traumática. Actúa de manera paradójica: es una figura que cuida, pero a la vez es quien daña. Por lo tanto, el niño no es protegido, pero tampoco puede alejarse por desprotección. Esto les convierte en niños que se comportan de forma ilógica, contradictoria o rígida. Son emocionalmente inestables.
Dado que nuestra escuela infantil es el primer centro al que los niños acuden, tenemos muy en cuenta el apego. La escuela se convierte en la continuación de la familia. Realizamos funciones compensadoras, pues somos el primer medio de socialización del niño/a. Los educadores nos convertimos en otra figura de apego.
Los estilos de apego en la infancia nos permiten conocer en profundidad al niño. De esta forma, podemos adaptarle al entorno respondiendo a sus necesidades particulares. Siempre de forma individual y personalizada.
Si estás buscando entre los mejores colegios de Majadahonda, nuestra escuela te ofrece las mejores garantías. Para nosotros es muy importante el período de adaptación de los peques. De ello depende en gran medida el éxito de que la estancia del niño en la escuela sea feliz y eficaz.
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