Piojos en niños: mentiras y verdades a medias sobre este quebradero de cabeza.

Ya que se terminan unas fechas llenas de clásicos, vamos a comenzar el año con otro que trae de cabeza, y nunca mejor dicho, a muchos padres que desesperan para erradicarlos. Nos estamos refiriendo a los piojos, otro clásico en las aulas infantiles del que hoy queremos hablarte para arrojar un poco de luz sobre las verdades y las mentiras que giran en torno a ellos. ¿Los han tenido tus hijos en alguna ocasión?

Piojos: otro clásico en las aulas infantiles.

Sobre los piojos seguro que has oído de todo. Incluso informaciones tan contradictorias como que hay quien asegura que van a las cabelleras más limpias mientras que otros señalan la falta de higiene como la gran culpable de este problema.

Pero lo cierto es que si hay un factor que determina la posibilidad de tener piojos es el tipo de sangre de una persona, ya que estos bichejos van de cabeza en cabeza para alimentarse de ella y cómo sea esta es la causa de que unos niños sean más propensos que otros a cogerlos. Es algo parecido a lo que ocurre con los mosquitos: a unas personas les abrasan en verano mientras que otros no reciben jamás una picadura.

Por eso, hoy nos gustaría hacer un repaso por los mitos que rodean este problemilla tan común en los guarderías y colegios infantiles. Y la primera cosa que queremos dejar clara es que el contagio de piojos no tiene nada que ver con lo sucio o limpio que está el cabello ni si este es rubio, moreno, fino o grueso. Pero veamos algún mito más:

1.- Los piojos saltan de cabeza en cabeza

Este es otro de los grandes mitos infundados que rodean a los piojos. La realidad es que los piojos ni saltan ni vuelan, solo caminan a mucha velocidad. Por eso, pueden pasar de una cabeza a otra cuando hay un contacto muy cercano o a través de prendas de ropa, lo que explica que en edad infantil se contagien con mayor frecuencia.

2.- Los piojos no viven fuera de las cabezas

Otro falso mito: los piojos pueden vivir fuera de las cabezas, lo que no pueden es vivir sin alimento. Por eso, fuera de una cabeza no suelen tener una vida de más de 24 o 36 horas, ya que no resisten estar más tiempo sin su dosis alimenticia de sangre. Pero hasta su muerte, pueden sobrevivir en cojines, almohadas, sillones… y contagiar.

3.- Los piojos no resisten al agua

Seguimos destapando otra mentira relacionada con los piojos. Como muchas personas asocian su contagio a la falta de higiene, piensan que el agua acaba con ellos cuando lo cierto es que no. Los piojos resisten al agua e incluso pueden llegar a contagiarse en lugares como una piscina o en las duchas de un vestuario.

4.- Los piojos se detectan de inmediato

Otra verdad a medias. Un piojo tarda unos 7-10 días en convertirse en adulto, aparearse y poner huevos. Los huevos, de color blanco, pueden confundirse con caspa o con piel del propio cuero cabelludo, de ahí que puedan pasar desapercibidos hasta que, dos semanas después, dan lugar a las liendres que hace que podamos hablar de contagio de piojos. En ese momento es cuando surge el picor y es necesario iniciar un tratamiento.

 

Pues aquí dejamos algunas observaciones sobre los piojos. Al fin y al cabo, a lo largo de nuestra trayectoria en el sector de los colegios privados en Majadahonda hemos pasado por estos contagios en varias ocasiones, de ahí que sepamos lidiar perfectamente con ellos y aconsejar a los padres sobre cómo actuar.

Si tus hijos tienen piojos, no te preocupes. No son peligrosos, ni trasmiten enfermedades. Son incómodos, molestos y deben eliminarse mediante un tratamiento, pero nada más. Y recuerda que en Escuela Jauja te ayudaremos.