Hoy queremos hablarte de la importancia de la comunicación familiar y de cómo debemos sentar las bases de una adecuada comunicación con nuestros hijos.
Sin duda, la comunicación en el ámbito familiar es básica y primordial para obtener una relación cimentada sobre pilares sólidos y duraderos. Esta se debe establecer desde los primeros años de vida del niño.
A tener en cuenta en cada etapa de la vida del niño.
A partir de los 6 meses de vida, el niño empieza a construir su propia identidad separada de la de su madre. Comienza a conocerse, a quererse y a valorarse, tanto física como afectivamente. Y para conseguirlo, necesita de la ayuda y el apoyo de sus padres adquiriendo poco a poco una autonomía y una autoestima que consolide la seguridad y confianza en sus capacidades y cualidades reales.
En los primeros seis años de su vida, la comunicación verbal es escasa ya que todavía no maneja con soltura los conceptos abstractos para expresarse con claridad, pero es a través del juego y la lectura de cuentos cómo los padres pueden conseguir mucha información de su mundo interior, de sus preocupaciones, miedos, dudas y dificultades que surgen en sus relaciones sociales.
Un momento muy adecuado para establecer una buena comunicación familiar es dedicarle unos minutos antes de dormir, creando un ambiente cálido y afectivo en el que niño exprese sus miedos, inquietudes, necesidades y dificultades utilizando, si necesitamos, un cuento que le hable de su mundo emocional, donde pueda proyectar sus sentimientos en los personajes como hace en el juego simbólico.
La actitud de los padres debe ser respetuosa y de escucha, creando un ambiente íntimo en el que se sienta libre sin miedo a ser reprochado o juzgado.
La comunicación familiar implica comprensión, respeto, tolerancia y aceptación del otro.
Muchas veces los adultos desean imponer sus puntos de vista o su modo de actuar sin respetar a la otra persona. Los padres aprovechan este diálogo iniciado con su hijo para “sermonearle” y el niño evita esta situación pues se siente invadido.
El niño necesita ser escuchado y poder expresar libremente preferencias, opiniones y temores además de sentirse un miembro activo en el ámbito familiar, cuando se comparten decisiones en las que puede intervenir.
Los padres son los que ejercen la autoridad a la hora de tomar decisiones, pero la participación de todos los miembros es muy beneficiosa para obtener una relación afable y afectiva. El niño necesita que le valoren y que su opinión o posibles soluciones también cuenten. Cuando los hijos perciben una falsa escucha o indiferencia ante sus argumentos, poco a poco se van cerrando y cortan toda comunicación.
Aunque pensemos que sus quejas, preocupaciones o discusiones con sus compañeros o hermanos sean nimias y poco importantes, tenemos que mostrar interés y animarle a resolverlas por sí mismo, dándole soluciones que pueda llevar a cabo si le parecen adecuadas.
Los hijos valoran el interés que muestran los padres por sus tareas académicas y por la implicación en las propuestas del colegio. Los padres deben interesarse por la evolución y aprendizaje de los hijos sin imponer un rendimiento por encima de sus posibilidades. Deben sentir que son importantes para sus padres y que valoran sus esfuerzos para superar dificultades y buscar soluciones.
La comunicación familiar, clave en el desarrollo de los niños.
Los hijos necesitan para su desarrollo integral un ambiente estructurado, con normas y referentes claros y en el que no todo está permitido, que haga posible su desarrollo y aprendizaje de la auténtica libertad y en la que pueda alcanzar y ganar autoestima, a la vez que desarrolla su madurez emocional y social.
Debe contar con unos padres sólidos, con criterios educativos claros para sentirse seguro y contenido frente al vaivén de sentimientos que gobiernan su vida.
Para que un niño tenga confianza debe sentir la conducta y actitudes de los padres como algo autentico, fácil reflejo de sus ideas y por tanto, actúen de acuerdo a ellas.
En los primeros años de la infancia, el referente primordial son los padres pero, cuando los hijos se dan cuenta de las contradicciones en las que ellos caen, actuando de manera diferente a lo que defienden verbalmente, el prestigio de educadores se va perdiendo y los padres acaban por no servir de referente para sus hijos, dando paso al grupo de amigos que ocupan su lugar.
La comunicación nunca debe ser un bombardeo de preguntas abrumadoras porque el niño se sentirá acorralado y juzgado ante dicho interrogatorio.
Ellos valoran el interés de los padres porque se sienten queridos y que se ocupan de su vida, pero no se debe de imponer la opinión o actuación aunque creamos que es la correcta. Hay que respetar la libertad de expresión y su intimidad y no se le debe presionar para que cuente lo que no desea.
Para nosotros es básico tener presente estos aspectos y establecer una buena comunicación familiar de la misma forma que procuramos tenerla dentro de nuestras aulas en nuestra escuela infantil en Majadahonda. Recuerda que ya está abierto el plazo de matrícula para el próximo curso 2022-2023.