El debate sobre si los niños pequeños deben o no utilizar gafas de sol ya está más que superado. Efectivamente, igual que protegemos su piel o su cabeza de la incidencia directa de los rayos solares, debemos hacer lo mismo con sus ojos para prevenir lesiones oculares y garantizar su buena salud visual. Por lo tanto, tus hijos deben tener sus propias gafas de sol para niños.
Ahora bien, ¿qué tener en cuenta a la hora de adquirir unas? Pues a continuación vamos a darte unos consejos que te vendrán muy bien en estos momentos en los que seguro estás en plena equipación de ropa y complementos para este verano. ¡Toma nota!
Gafas de sol para niños: necesarias pero con uso moderado.
Es evidente que el ritmo de juegos que tienen los niños que no paran de saltar, correr, caerse… dificulta un uso de las gafas de sol como el que hacemos los adultos.
De hecho, a edades tempranas, se recomienda un uso moderado de las gafas de sol, aunque totalmente necesario en algunas ocasiones. Por ejemplo, las horas centrales del día, ya sea verano o invierno, en las que la radiación solar es dura y directa, son uno de esos momentos en los que tus hijos deben contar con gafas de sol que los protejan. Excursiones a la playa o a la montaña en las que se está durante mucho tiempo al aire libre bajo la acción del sol son otras situaciones en las que los niños deben proteger sus ojos con gafas adaptadas a sus necesidades.
Factores a tener en cuenta al comprar gafas de sol para niños.
Adquirir unas gafas de sol infantiles puede convertirse en una misión más compleja que comprar unas para adulto. Deben ajustarse bien a su rostro, tener unos cristales protectores concretos, resultarles cómodas… Antes de que te parezca una odisea, lee estos cuatro aspectos básicos a los que debes prestar atención para acertar:
1.- La montura:
Puedes elegir entre monturas de plástico y de metal. Las primeras son más ligeras y resistentes, además de económicas, por lo que esta opción, en su versión hipoalergénica, es la más elegida. Las de metal se adaptan mejor a las facciones de los niños y son muy resistentes, aunque también un poco más pesadas, de ahí que lleven almohadillas para apoyar la nariz.
2.- Las lentes:
Las lentes de las gafas es otro de los aspectos más importantes. El tipo de “cristal” puede ser de policarbonato, de cristal orgánico o de cristal “normal”. Los dos primeros son los más recomendados para gafas de sol de niños porque es muy difícil que se rompan y pesan muy poco. Son una buena opción para el uso que van a dar los niños a las gafas.
3.- La homologación:
Siempre deben ser gafas con el sello CE, gafas homologadas que garanticen una buena protección solar que no ponga en riesgo la salud visual de los pequeños. Por eso, debes adquirirlas siempre en una óptica especializada que acredite que las gafas están homologadas y cuentan con los filtros que garantizan la protección que necesitan sus ojos.
4.- La talla:
Este aspecto es fundamental para que se adapte bien al rostro de los niños y los protejan adecuadamente. Es importante saber que las gafas de sol infantiles tienen tallas en función de la edad y diámetro de la cabeza. Las tallas se estructuran de esta forma:
- Calibre 39: para niños de hasta 3 años.
- Calibre 42: para niños de 3 a 5 años.
- Calibre 44: para niños de 5 a 7 años.
- Calibre 47: para niños de 7 a 10 años.
- Calibre 49: para niños de 10 a 12 años.
Recuerda que la salud ocular de tus hijos no es un juego, así que no adquieras unas gafas de sol para niños por moda o porque te gusta su forma o su color: apuesta por las que los protejan de verdad y con las que estén cómodos.
El verano está a la vuelta de la esquina y en esa época más que en ninguna otra necesitarán proteger sus ojos, sigue estos consejos que hoy te damos. Ay ¡cuánto vamos a echar de menos a los peques en nuestra escuela infantil de Valdemorillo durante el verano!